¡¡El futuro del transporte sostenible ya está aquí con el Hyperloop!!

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¡¡El futuro del transporte sostenible ya está aquí con el Hyperloop!!

  • Un equipo de 5 estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), socio de Climate-KIC, se proclaman vencedores en Texas en dos categorías del galardón de la competición de Hyperloop.
  • El diseño que han creado permitiría un transporte ultrarápido con maximización de la eficiencia energética y utilización de energía renovable.

La compañía aeronáutica SpaceX, a través de su propietario Elon Musk, fundador a su vez de Tesla, firma de coches eléctricos, de Pay Pal, empresa de servicios financieros y pago electrónico y de SolarCity , empresa de productos fotovoltaicos, convoca desde hace un par de años un concurso internacional para el diseño de su tren ultrarrápido. Este revolucionario tren, el Hyperloop, es un sistema de transporte terrestre cuyos vagones ó cápsulas, llamadas vainas o pods, son impulsadas por aire comprimido.

Musk, un visionario de 44 años, ha desarrollado su actividad empresarial y filantrópica en tres áreas que consideraba “problemas importantes”, internet, la energía renovable y el espacio. De hecho, la motivación subyacente para la creación de SolarCity y Tesla Motors era la de combatir el calentamiento global.

Motivado por su filantropía de estimular la innovación en esas áreas que le preocupaban, lanza el concurso SpaceX Hyperloop Competition, donde anima a la comunidad, sobre todo a estudiantes universitarios y equipos de ingenieros, a crear ideas y desarrollarlas para acelerar la puesta en marcha de un prototipo funcional del Hyperloop. El Hyperloop era un proyecto que él mismo inició en 2012 y que se propuso darle continuidad con la búsqueda de jóvenes talentos que diesen con el mejor diseño para poder luego desarrollarlo.

 

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Y es aquí donde entran a actuar este joven equipo de genios, los Makers UPV. Cinco estudiantes valencianos de la UPV, que motivados por su propia juventud, su inquietud, su creatividad, su gran talento y como no decirlo también, su osadía, se embarcan en esta aventura del diseño aerospacial y ganan el pasado 30 de Enero dos de las categorías de la convocatoria de Musk, la de Diseño General y la subcategoría de Excelencia en Compresión y Propulsión.

El diseño general que presentaron en Texas fue muy ambicioso, por lo que no era apto para la fase de construcción, que ganó el MIT, ya que el concurso lanzado por Elon Musk buscaba un diseño general innovador (que ganaron los ingenieros de Valencia), pero también la construcción rápida de un POD, o vaina (que así se llama el vehículo), que estuviese adaptado al circuito de test de raíles, por lo que la velocidad sería inferior al Hyperloop que quiere Elon Musk. Así, estos estudiantes decidieron no participar en esa fase de construcción y presentarse tan sólo a la de diseño, para poder ser creativos, romper los esquemas previamente planteados y ofrecer un Hyperloop definitivo, que pudiese soportar velocidades casi supersónicas de una forma controlada.

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El equipo fue capaz de diseñar un sistema que levita desde la parte superior de la vaina o pod, en lugar de la configuración típica de aire a presión o repulsión magnética inferior. De este modo, la sección del tubo evita el uso de raíles, ofreciendo un ahorro de hasta un 30% (unos 188 millones de dólares) de los costes de construcción. “Hemos diseñado una nueva configuración de levitación magnética creado por el propio tubo de acero que contiene al pod, que maximiza la eficiencia energética, ya que se alimenta con renovables, al mismo tiempo que mejora la escalabilidad” apunta uno de los miembros del equipo.

Los valencianos convencieron a un exigente jurado, que valoró, principalmente, la innovación y originalidad del diseño, la viabilidad del prototipo, su presupuesto, el nivel de detalle, su fortaleza en las pruebas y la calidad de la documentación utilizada.

Los equipos participantes se congregaron durante el último fin de semana de enero para presentar sus proyectos en el College Station de la Universidad A and M de Texas, con el objeto de crear la vaina del Hyperloop y alzarse con el premio. Estos equipos procedían de 20 países, en su mayoría de origen estadounidense, y algunos de ellos con hasta 90 integrantes de diferentes nacionalidades. Que el equipo valenciano lo intregrasen solamente 5 personas también sorprendió al jurado.

Al conocer el logro de estos alumnos, el Director de Climate-KIC Spain, Jose-Luis Muñoz, se puso en contacto con su profesor, Vicente Dolz, para conocer más de cerca el proyecto. Éste le invitó a conocer al equipo para tener una reunión con ellos y a la presentación de su proyecto durante los primeros días de marzo, donde iban a dar una charla a alumnos de primer curso para motivarles a que demostrasen su talento innovador.

En esta reunión, Jose-Luis Muñoz, Director de Climate-KIC Spain junto a otros integrantes del equipo de Climate-KIC, expusieron a estos alumnos de la UPV las oportunidades existentes y sinergias que se pueden desarrollar con Climate-KIC para luchar contra el cambio climático con sus propuestas, siendo además como es la Universidad Politécnica de Valencia socio afiliado de Climate-KIC. En el desarrollo de este encuentro se plantearon cuestiones sobre los proyectos de innovación y la posibilidad de materializar todas estas ideas en productos y servicios que beneficien a la sociedad para evitar el calentamiento global.

Son jóvenes que se conocieron en el entorno de la Universidad Politécnica de Valencia, donde unos ya se conocían porque eran del mismo pueblo, de Soneja, y otros lo hicieron en la asociación de alumnos de la Universidad, la Makers UPV que potencian y animan a los estudiantes a embarcarse en este tipo de proyectos y concursos. Aunque los perfiles y edades son parecidas, entre 22 y 23 años, 2 vienen de Ingeniería Industrial y 3 están en el Grado de Ingeniería Aeroespacial. “La clave del buen funcionamiento del equipo ha sido la sintonía y el conocimiento que teníamos unos de otros, sabíamos hasta dónde podía llegar cada uno de nosotros…”, comenta uno de ellos.

Impresiona la sencillez, naturalidad y cercanía como estos jóvenes genios explicaron a los alumnos de primer curso su aventura, no exenta de dificultades durante el proceso, ….desde presentar el proyecto preliminar 20 minutos antes de terminar el plazo, las 19 horas de viaje hasta llegar a Texas o el exámen que tenían que hacer al día siguiente de volver de recoger el galardón.

DSC_0026De esto último era de lo que más se lamentaban, de la falta de flexibilidad del sistema universitario, en comparación con los deportistas de élite, para poder compatibilizar su participación en estos concursos, que a final de cuentas les daba un nombre y prestigio a la Universidad de donde proceden.

La charla comenzó con una introducción y antecedentes del Hyperloop por parte de su profesor y mentor Vicente Dolz, el cual dio paso a los chicos, los cuales de forma muy sencilla e ilustrativa explicaron que el Hyperloop, era un tren o tubo donde se quieren transportar mercancías y personas. Ese pequeño tubo se desplazaría a gran velocidad, levitando dentro de otro tubo más grande, que sería el canal, la infraestructura. “Es algo parecido al sistema que utilizan los cajeros de los supermercados, que colocan el dinero en un tubito que se transporta a través de otro tubo más grande por efecto de succión. En el caso de este tren no hay succión sino que el vehículo tiene su propio sistema de propulsión” explicó uno de los miembros del equipo.

El sistema de propulsión es similar al motor de una aeronave, que utiliza un ciclo de compresión-expansión, permitiendo el paso del aire a través de la vaina o pod. También se ha diseñado un sistema de frenado de emergencia y control de navegación para obtener un sistema “tolerante a fallos”.

“Es un transporte revolucionario pero tecnológicamente tiene varios límites”, advierte Dolz. La velocidad no es un problema; ocurre como en el avión. Lo único que se investiga es que la aceleración y la desaceleración sean confortables para los viajeros, así como el frenado de emergencia y el control de navegación. La energía con que se alimenta es renovable.

La revolución de Hyperloop también está en el modelo de negocio y gestión de la energía, por lo que esperan ser rentables en ocho años. “It’s transportation. It’s attraction. It’s future”, así es como suena su eslógan.

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Y no van desacertados estos jóvenes que ya están en la rampa de salida para incorporarse a la nueva economía, la de bajo carbono, donde el transporte sostenible juega un papel fundamental a la hora de minimizar las emisiones de CO2 o no emitirlas. Sin ser conscientes de ello, estos jóvenes talentos se pueden llegar a convertir ser actores fundamentales en el freno del calentamiento global y la lucha contra el cambio climático.

2017-03-27T10:36:51+00:00 6 Mar, 2016|