El Acuerdo de París fue un gran avance y organizaciones y gobiernos tienen ahora la oportunidad de poner en marcha la acción por el clima. Parece que la sensación de urgencia y la necesidad de acción se hacen cada vez más presentes y no solo por los recientes eventos meteorológicos extremos que se han ido sucediendo en muchos puntos del planeta
La Cumbre del Clima, que estos días se celebra en Bonn (COP23), busca articular precisamente el citado acuerdo de París y alentar la acción por parte de ciudades, estados, regiones, territorios, empresas y sociedad civil en apoyo de los planes nacionales climáticos y a favor del objetivo de temperatura acordado internacionalmente, así como de los objetivos más amplios recogidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad, donde probablemente los peores impactos están aún por venir; es por lo que urge una acción más rápida e inmediata, pero al mismo tiempo es necesario coordinar mejor los esfuerzos de todos de manera más eficiente, efectiva y transformadora.
Es innegable que disponemos del conocimiento, el talento y los avances tecnológicos necesarios para hacer frente al calentamiento global, pero tan solo tenemos que ser capaces de unirlos y ponernos a trabajar conjuntamente para que, a través de la innovación en las diferentes disciplinas, se puedan dar soluciones viables y sostenibles. Estas soluciones son también una gran oportunidad para crear empresas, potenciar un nuevo desarrollo económico y generar nuevos nichos de empleo.
Pero, ante todo, debemos tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios en nuestro estilo de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, minimizar las causas humanas que lo producen o acentúan. Al mismo tiempo se hace necesario dotar a nuestra sociedad de diferentes marcos de actuación, nuevas herramientas, nuevas fórmulas empresariales, incluso fiscales y de incentivos, que compatibilicen y hagan posible la generación de negocio con una utilización racional y sostenible de los materiales y recursos.
Muchos piensan que esto no es fácil de conseguir, pero lo cierto es que ahora estamos en el momento adecuado para aprovechar la oportunidad que supone este compromiso de cambio asentado en la COP21 de París, generando nuevos productos y servicios que nuestra sociedad ya necesita o va a necesitar, y poder así hacer frente al gran reto del cambio climático.
Es necesario desarrollar un nuevo modelo socio-tecnológico, ya que la tecnología no nos bastará para provocar el cambio en la sociedad, sino que habrá que implicar a todos los actores y modificar nuestra manera de hacer las cosas. Por otro lado, también tenemos claro que la actitud no será suficiente, sino que tendremos que dotarla de herramientas.
Desde EIT Climate KIC estamos en un observatorio privilegiado para ver las nuevas oportunidades de productos y servicios que están por llegar, a través de nuestros programas de formación, emprendimiento e innovación, y el trabajo conjunto del gran talento y conocimiento existente en nuestras universidades, centros de investigación, organizaciones y empresas que forman parte de nuestra comunidad. En algunos casos a través de una “innovación disruptiva” con conceptos totalmente nuevos y en otros con pequeños cambios en productos y servicios existentes, pero de gran impacto.
¿Y por dónde empezar a suscitar este cambio? La respuesta está en nuestras ciudades, nuestras industrias y nuestro territorio con especial interés en el entorno urbano, ya que es donde se concentra la mitad de la población mundial y supone el 70 % de las emisiones totales de CO2.
El pasado 30 de octubre se celebró en Milán la Cumbre de Innovación Climática organizada por EIT Climate-KIC como antesala de la COP23, con el objeto de poner en contexto la importancia de la innovación en las ciudades como palanca de cambio para la lucha contra el cambio climático. Y como bien quedó de manifiesto en esta cita, aunque vamos por el camino adecuado, aunque se han puesto en marcha hojas de ruta para “reinventar las ciudades” y hacerlas más “verdes”, aún queda mucho por hacer para combatir el cambio climático.
Y es que las ciudades, en este sentido, podrían ser “la plataforma de salida de un nuevo nivel de ambición”, tal y como reclamó en Bonn Patricia Espinosa, secretaria de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Y es que las promesas de recorte de emisiones anunciadas hasta ahora, incluso si se implementan completamente, no son suficientes para limitar el calentamiento a dos grados centígrados frente a niveles preindustriales, por lo que tenemos que acelerar la implementación y las ciudades son perfectos laboratorios para todas estas innovaciones.
Jose-Luis Muñoz, Director General EIT Climate-KIC Spain